Pedro Fleitas González
Miles de seres vivientes viven la vida, estando ésta vinculada a la voluntad celestial de los grandes diosesespirituales, que nos observan, protegen y conceden felicidad espiritual y bendiciones.No vivimos con nuestra propia fuerza, sino con la luz del padre. Siendo clarividente se traspasa el cielo y la tierra; nos da fuerza y vida. Estamos en la vida debido a nuestros pensamientos de cumplir, transmitir y expulsar los pensamientos malignos. Nos comprometemos a cumplir y nutrir esta ley y de esta forma nuestra morada estará protegida por el Gran Dios Protector. La figura del espíritu que ilumina el gran camino de la verdad es la luz que brilla como néctar del cielo.