Alfredo Embid Fonfría
Hace menos de un siglo, los oligoelementos se consideraban como impurezas del organismo. En la primera mitad del siglo XX Gabriel Bertrand demostró que estos elementos simples, aunque en cantidades muy pequeñas, eran indispensables para la vida vegetal y animal.En pocos años se ha pasado del estudio de las acciones fisiológicas de los oligoelementos, al estudio de sus acciones terapéuticas.Pero la terapéutica oligocatalítica es algo más que una técnica, pues ofrece la posibilidad de tratar predisposiciones patológicas, de corregir trastornos funcionales que, abandonados a su evolución, desembocarían en patologías orgánicas. Permite modificar comportamientos y terrenos individuales. Es decir, que contribuye a llenar ese gran hueco de la medicina alopática que es el tratamiento de los estados prepatológicos.